Ten listo tu coche para el frío y la lluvia

El invierno anuncia una de las épocas del año más duras para tu vehículo. El frío, el agua o el hielo pueden provocar diversas averías, si no está todo en orden. A continuación, te enseñamos los siete puntos básicos que debes revisar para evitar “sorpresas” desagradables.

Fuente: COCHES (GRUPO V) / Texto: José A. Guzmán / Fotos: RCA Photo

Si no tienes mucho tiempo, o simplemente abrir la tapa del capó de tu automóvil te provoca “sarpullidos”, lo mejor es que acudas a un taller para que te revisen el coche. Pero, si por el contrario, quieres ahorrarte unos cuantos euros, te recomendamos que sigas estos consejos. En menos de una hora, dejarás tu coche preparado para la temporada invernal.
Antes de ponerte “manos a la obra”, te recordamos dos aspectos muy importantes: no comiences hasta que el motor esté totalmente frío, y ten a mano el libro de usuario que te proporciona la marca; te será de gran ayuda. ¡Comenzamos!

1. Aceite

Es el elemento más importante para que el motor de tu coche funcione correctamente. Primero, localiza la varilla que marca el nivel de aceite del cárter (1). Normalmente está pintada en color amarillo, rojo o naranja. Coge un trozo de papel limpio, extrae la varilla y seca los restos de aceite (2). Vuelve a introducirla completamente y, seguidamente, sácala con cuidado. En el extremo inferior, encontrarás unas marcas; el nivel debe estar entre el mínimo y el máximo, y nunca debe superar este último: es malo para el motor (3). Si, por el contrario, está muy bajo, desenrosca el tapón de llenado de la tapa de balancines y, con cuidado, añade, poco a poco, la cantidad necesaria, con el mismo tipo de aceite que lleve tu coche (4). Después, no olvides apretar dicho tapón y colocar la varilla de nuevo en su ubicación.

Ten listo tu coche para el frío y la lluvia

2. Líquido de frenos

Ayudándote del libro de usuario, localiza el depósito y confirma cuál es el tipo de fluido que lleva tu coche (DOT4, DOT5…). A veces, está indicado en el mismo tapón (5). Hay dos marcas que te indican el máximo y el mínimo. Si tienes que rellenar, hazlo hasta alcanzar el máximo (6). Ten mucho cuidado de que no gotee, ya que se trata de un líquido muy corrosivo. Si sucede, límpialo rápidamente…

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3. Dirección asistida

A continuación, vuelve a utilizar el libro de usuario y comprueba dónde se encuentra el depósito del líquido de la dirección asistida (7). Abre el tapón; suele llevar una varilla que te marca el nivel. Verifícalo y, si es necesario, rellena con el producto recomendado por el fabricante (8).

4. Líquido refrigerante

¡ATENCIÓN A ESTE PASO! ES IMPORTANTE QUE ANTES DE EMPEZAR TE ASEGURES DE QUE EL MOTOR ESTÁ TOTALMENTE FRÍO; PODRÍAS ESCALDARTE LAS MANOS.

Se trata de una bombona de plástico transparente que contiene, por lo general, un líquido de color, verde, amarillo o rosa (9). Este producto es el encargado de refrigerar el motor y, en invierno, además, cumple una función importantísima: evitar que se congelen las tuberías, manguitos y demás elementos del sistema de refrigeración del vehículo. Comprobar el nivel correcto es sencillo, ya que las marcas están grabadas en el propio recipiente. Si lo necesitas, vierte con cuidado la cantidad de refrigerante necesaria (10) y vuelve a cerrar la tapa.

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5. Neumáticos

Primero, cerciórate de cuál es la presión recomendada por el fabricante (11). Ayudado de un manómetro (12) comprueba, en frío, la presión que tienen tus neumáticos. También es muy importante que no te olvides de comprobar la rueda de emergencia (13); aunque tenga una anchura mínima, suele ir inflada a mucha más presión que el resto de neumáticos. Por último, revisa los testigos de desgaste de la rueda (14). Como mínimo deben tener 1,6 milímetros de profundidad (según la normativa vigente).

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6. Limpiaparabrisas

En época invernal, estos elementos son imprescindibles para conducir de forma segura. Comprueba el estado de la goma (15), repasa su superficie con un trapo impregnado en alcohol y, si estuviese muy deteriorada, sustitúyela por unos limpiaparabrisas nuevos.

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7. Iluminación

Por último, conecta la iluminación delantera y trasera del vehículo. Verifica que los pilotos de freno, intermitentes, luces de posición y carretera funcionan correctamente (16). También te recomendamos que compruebes el funcionamiento de los faros antiniebla (17). Si alguna lámpara o bombilla está fundida, ayúdate del libro de usuario, para saber qué tipo de lámpara necesitas y cómo sustituirla.

Ten listo tu coche para el frío y la lluvia

Llegado a este punto, todo está listo. Conduce con precaución y respeta las normas.